Campaneando desde lejos
mi propia imagen vacía
en mi abandonada vida,
como si fuera un espejo
Buscando en toda mirada
añorando aquel perfume
Entre miles de personas
Mi memoria está inundada
Hoy me siento bien parido
fuerte, sólido y maduro
El dolor aún me agrieta
Y crea surcos derruidos.
Ausencia, que llena mi cuerpo
Con aires de ahogo caliente
Quema, arde y se torna infame
éste amor que aún no ha muerto
Te recuerdo en cada nota
te dibujo en cada tono
tu canción desesperada
deja mi imaginación rota.